Salinas... Sol, Mar y la GABE.

martes, 12 de enero de 2010

Ahora estamos en pleno día lunes, la noche pasada luego de algunos tragos regresamos a la casa para ver una película. Me había despertado con la llegada de un mensaje de texto el cual era de Emilio donde me decía que tenia que irse a Portoviejo por un imprevisto y que si quería me podía regresar a Guayaquil, fue tal mi susto que Salí del cuarto para ver que pasaba solo para encontrarme con la típica broma del día de los inocentes hecha por Emilio y su papa… obviamente esa no fue la única broma del día ya que luego me la hicieron mis amigos del trabajo con que supuestamente había que recoger un bono navideño de compra con lo que pensé en que me seria útil, pero dadas las circunstancias y las malas bromas no había mas que hacer… la playa estaba esperando!

(Si ya se que estan pensando... Final Fantasy VIII jajajaaa...)

Algo que siempre me había gustado de esta playa en particular era el hecho que su malecón siempre llama la atención, me refiero al hecho de que estas subiendo por la calle y justo antes de cruzar la calle principal el sol te pega directamente a la cara para luego quitar las manos de los ojos y encontrarse ante ti el imponente mar a todas sus anchas recibiéndote y mostrándote a su vez su inigualable belleza.

(Vista de la Playa de "Chipipe")
(Salinas, su playa y hoteles)

No hay mejor sensación que la de dejar botada tus maletas y saltar hacia la arena, correr hacia el mar y ser recibido por el impacto de una ola; estábamos ya caminado en dirección a la playa del barrio Chipipe donde se encuentran los condominios mas imponentes del lugar y su playa es la mejor cuidada, el sol estaba pegando bastante fuerte y como de costumbre a su anfitrión se le había olvidado llevar un protector solar (ya se imaginaran los resultados…) mientras caminábamos Emilio y yo estábamos hablando sobre historias de antaño, sobre amigos y del futuro que cada día esta mas latente en nuestros corazones; aquellos nuevos proyectos de viaje, aquellas historias de personas que llegaron a las nuestras sin previo aviso también ellos estuvieron presentes esa lunes por la tarde… El agua para variar esta helada y con el sol que hacia era la mezcla perfecta.

Ya siendo las 3 de la tarde y con la espalda roja de tanto sol nos encaminamos a buscar algo de comer, por su parte Emilio tenia metido en la cabeza el ver su película de “Arrástrame al Infierno” pero gracias al corte de luz no la pudo ver, en cambio recibí la muy grata llamada de una gran amiga llamada Gabriela Sarabia la cual se preguntaba mi paradero, luego de la noticia de mi viaje comenzamos a charlar sobre los motivos de mi viaje y sobre mis problemas en aquella conversación intervino Emilio quien junto a mi GABE me colmaron de buenos concejos, me hicieron olvidar mi mal momento, me recordaron que la luz siempre viene acompañada de los buenos amigos; son este sin duda el tipo de personas con las que quisiera pasar el resto de mi vida… existen tan pocas y son tan necesarias y tan difíciles de encontrar; bueno me retracto es Dios quien las pone en tu camino ya que el solo desea lo mejor para nosotros y a mi me hace bastante bien la compañía de aquellos a los que con cariño y orgullo llamo AMIGOS. Fueron mas de 45 minutos de llamada donde mas de una broma salto y en mas de una ocasión se trato de persuadir a la GABE de que viaje hasta donde nos encontrábamos nosotros, ya que había una chimenea que pedía a gritos ser usada acompañada de una taza de rico chocolate caliente…

Camino al malecón pude percatarme de algo inusual, aun no se terminaba de esconder el sol pero la luna ya esta haciendo acto de presencia, tratando de cruzar la calle para tomar una foto del momento me tope con una chica que también al parecer estaba buscando lo mismo que yo, me parecía haberla visto en algún otro lado… tenia algo que se me hacia TAN familiar y lo que mas me llamo la atención fue el hecho de que alguien se tome la molestia de fijarse en aquellos eventos de la época de invierno donde se nos permite admirar tan inusual espectáculo, mas tarde tuve la oportunidad de escuchar una canción que me hizo recordar a alguien y en mi mente solo se venía la frase “Si tan solo tus alas…” es extraño pero con una canción había también dicho adiós a alguien del pasado semanas atrás, eventos diferentes, personas distintas, una canción para cada momento de nuestras vidas…



La historia de mi regreso a Guayaquil no es tan importante en si, este fue un viaje que debía hacer, tenia que pasar un momento de paz junto con un amigo de verdad. Quiero aprovechar el momento para agradecer a Emilio, mi hermano quien nunca duda en extender su mano al necesitado, quien a través de su coraje y forma de ser te impulsa a ser un mejor ser humano cada día, gracias por apoyarme en ese y en todo momento sea bueno o malo y a mi GABE quien sin importar la distancia o los costos de la llamada siempre se puede contar con ella para cualquier cosa, el apoyo incondicional de los dos es algo que no suelo encontrar en las personas y ese algo es lo que los hacen tan interesantes al tratar. Un abrazo a esas dos personas especiales que Dios los bendiga siempre.

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