Recorrido en tren hasta Palmira!

viernes, 24 de septiembre de 2010


En la última parte del relato les había comentado que había pasado por un mal rato debito a la altura y por el cansancio físico por las actividades de ese día, una vez listas las cosas para el recorrido que tendría a primeras horas de la mañana decidí ir a dormir siendo cerca de la 1 y media de la madrugada; para mi mala suerte y como suele sucederme en los viajes antes de cualquier actividad de sumo interés para mi suelo tener problemas para conciliar el sueño y cuando pensaba que habían pasado ya las 4 horas apenas habían transcurrido unos 45 minutos y eso pude notarlo al ver frustrado la hora que era, las siguientes horas se resumieron en intentos vagos para quedar dormido donde apenas lograba permanecer así por pocos minutos, ya para cuando estaba sonando la alarma de mi celular llevaba 30 minutos despierto.


Todo lo narrado anteriormente hubiera sido terrible sino fuera porque aunque no había dormido horas seguidas me encontraba bastante descansado, prendí la luz del cuarto y empecé a alistarme poniendo todo lo que necesitaría en mi pequeño bolso mientras dejaba mi maleta lista para recogerla cuando estuviera de regreso en el hotel; ese seria mi último día en la ciudad antes de embarcarme a mi viaje a Quito y según tenia previsto el viaje en tren que tomaría la ruta hacia Palmira saldría de la estación de trenes cerca de las 6 am, y una vez en Palmira tendría 3 horas para recorrer los alrededores hasta que el tren pasara por mi nuevamente. Bajando las escaleras tuve el alivio de ver que no era el único que haría el paseo y en compañía de personas de edad estaba tomando mi desayuno, el frio aun rondaba las calles y el sol apenas estaba saliendo a lo lejos, por el tiempo no pude terminar mi comida pero logre llevar un pan con mermelada extra para el viaje el cual duraría unas 3 horas aproximadamente. Ya en la estación pase por un puesto de café donde pude comprar botellas de agua y bocadillos para el largo viaje, vi que el “auto ferro” estaba estacionado y aproveche la oportunidad para sacarle un par de fotos para luego pasar a la sala de espera donde estaban los demás pasajeros viendo un video de como fue construido el ferrocarril, estaba sentado en unas de las sillas del lado derecho de la sala y a lo lejos pude divisar a Erick quien estaba con una amiga de su misma nacionalidad de la que ya me había hablado en nuestra aventura del día anterior, me acerque a saludarlo y fui presentado con Janina, esperamos unos minutos para luego salir organizadamente hacia los exteriores, viendo el numero de nuestros boletos a mi y a Janina nos tocaba uno de los primeros puestos, en cambio a Erick le toco uno de los últimos lugares debido más que todo a que había ido a comprar su boleto en horas de la noche una vez que habíamos terminado el recorrido en bicicleta, pensamos en pedirle que se siente cerca a nosotros pero fue justo cuando los demás lugares se habían ocupado y nos toco estar sentados en esa parte del viaje sin la compañía de nuestro amigo.



Aproveche para entablar conversación con Janina que para mi sorpresa hablaba muy bien el español, que digo bien… lo hablaba excelente! En el pasado había hecho amistades de otros lados del mundo que sabían hablar bien el idioma pero ella lo hablaba como una latinoamericana mas, la razón por lo que supo decir es que había convivido 5 años en Uruguay en la época del colegio gracias a un intercambio estudiantil, ella tenia 26 años y estaba cursando la carrera de medicina, había terminado sus primeros años y le tocaba elegir una especialización la cual seria según ella algo relacionado con la neurología, con el paso de los siguientes minutos hablamos un poco más sobre nuestras ciudades de origen y algo intrigada me pregunto sobre el nivel de delincuencia que había en mi ciudad Guayaquil (la cual es alarmante), pero salvo esos detalles es un lindo lugar para conocer y si necesitaba de alguna ayuda o lugar donde quedarse podría ponerse en contacto conmigo para facilitarle la estadía, gesto que fue agradecido con la misma propuesta si en algún momento me animaba en visitar su ciudad. Los primeros tramos del viaje fueron tranquilos y en ocasiones estábamos viendo por la ventana y tomando algunas fotos del panorama, en otros en cambio escuchábamos a la guía que nos proporciono algunos datos interesantes sobre las poblaciones que pasábamos y sin dejar a un lado la flora y fauna del sector; ya que estábamos en los primeros puestos el sonido de la maquina no nos dejaba escuchar con claridad lo que el otro decía por lo que decidimos abandonar nuestros puestos y hacerle compañía a Erick quien estaba por el balcón del trasporte al fondo del auto ferro, ya estando ahí tomamos asiento y charlamos un poco con Erick para luego pedirle ayuda a la guía ya que queríamos ir al balcón. La vista era espectacular, el sol estaba muy fuerte junto al frio de la mañana proporcionaban un clima bastante templado además estábamos apreciando una buena vista del volcán Chimborazo y cada vez que lo veía no podía creerme el haber estado ahí tan cerca de la cima, Erick mientras tanto le contaba a Janina algunas historias graciosas sobre el viaje en las que al parecer era el protagonista era yo.





Estando aun en el balcón aproveche a tomar algunas fotos y por supuesto grabar un video, por un momento tuve los deseos de subir al techo, pero al parecer estaba prohibido por unos accidentes ocurridos en el pasado, como les había comentado la ruta que tomaría el tren no seria hasta Alausí pasando por la nariz del diablo como en pasado sino más bien llegaría hasta un poblado de nombre “Palmira” el porque del cambio se debe más que todo a arreglos y mantenimiento de las vías las cuales estaban en mal estado y sobretodo a lo peligroso de la ruta estaría deshabilitada esa opción hasta un futuro cercano, el nuestro fue un viaje tranquilo íbamos a unos 30 km/h y nuestra primera parada seria el sector de “Colta” para visitar a la iglesia de Balmanera y al lago del mismo nombre, eran las 9 y media de la mañana y habíamos bajado de nuestro transporte para luego cruzar la calle, la iglesia tenia su historia ya que fue la primera iglesia católica en el Ecuador y según algunos la primera en Latinoamérica, el edificio estaba aun en buenas condiciones y con planes de restauración; se podía ver la placa con el año de su construcción y luego de verla por fuera decidimos entrar y ver como iba su restauración. A lado de la iglesia había un mercado artesanal donde tenían muchos productos como shigras y artículos varios hechos de Tagua, dentro del establecimiento había una cómoda sala de estar con unos cuadros bastantes raros. El sol esta pegando directamente al edificio y Salí junto a Janine ya que íbamos ahora hacia la laguna de Colta la cual es nombrada así por los patos que en ella habitan, debo de admitir que mi idea de la laguna era más grande de lo que vi, la razón era debido a que en los últimos años se ha ido secando hasta estar en el estado en el que la encontramos, en la orilla habían algunos botes con remos, aproveche para acercarme hasta un islote lleno de hierba donde estaba Erick con Janina para asi poder admirar mejor la vista; pasados unos 30 minutos estábamos incorporándonos al grupo para subir al auto ferro nuestro próximo destino seria “Guamote” al cual llegamos pasado uso 45 minutos.





En el camino hacia Guamote el entorno había cambiado un poco ya que habían mas precipicios con pequeños ríos en el fondo además de toparnos con bastantes bosques, mas adelante vimos muchos pinos los cuales habían sido donados por el gobierno ruso hace algunas décadas atrás. Ya estando en Guamote desembarcamos en el comedor principal del pueblo, cruzamos para degustar de las empanadas de harina de maíz y un vaso de morocho caliente, nos recostamos en un muro y luego partimos a recorrer el cantón a pie, el lugar estaba lleno de bajadas y las calles eran totalmente adoquinadas, se podía apreciar un ambiente bastante cálido que me hizo pensar en la idea de en algún momento terminar viviendo en un lugar tranquilo como ese; más adelante nos topamos con lagunas panaderías y aprovechamos a comprar el pan que hacen ahí el cual es conocido por los hornos en que los hacen. Luego de eso subimos a la parte céntrica del cantón y fuimos directamente al mercado donde tenían algunos tipos de telas. Pasados unos 30 minutos subimos nuevamente al auto ferro esta vez el próximo destino seria el final del recorrido, casi al finalizar el mismo nos ayudaron con folletos sobre el manejo y funcionamiento de los ferrocarriles; para esto Palmira seria el lugar donde tomaría rutas diferentes que las de Janina y Erick ya que ellos iban hacia Alausí, yo en cambio iba a recorrer los alrededores ya que había escuchado sobre un pequeño desierto a unos kilómetros a la derecha del poblado donde nos dejaría el auto ferro, pero cuando había llegado el momento de la despedida ya que ellos subirían a otro bus que iría directo a Alausí para sorpresa de ellos me trepe al mismo bus, con algo de admiración Janina me pregunto el motivo de mi cambio de planes y solo pude responderle que era algo que debía hacer, no siempre me ha gustado estar atado a un plan; además era mi deseo permanecer más tiempo con ellos y eso fue más que un acto compulsivo ya que si habíamos comenzado el viaje juntos deberíamos terminarlo juntos. Y así fue como nos embarcamos en otro viaje esta vez de dos horas hasta Alausí, dejando atrás la planificación para seguir solo a mi instinto, estando donde mi corazón quería estar…

50 k. desde el Chimborazo a Riobamba!

viernes, 17 de septiembre de 2010


Continuando el tema anterior, estábamos en los exteriores del primer refugio algo congelados y preparándonos con el equipo necesario para el descenso e ida de vuelta hasta Riobamba en bicicleta; actividad que pensé que no me tomaría más de 2 o 3 horas… luego caí en cuenta de mi error. El guía me ayudo a ponerme los cinturones para las piernas, rodilleras, coderas, guantes y casco, etc y antes de recibir las ultimas indicaciones y siendo cerca de las 2 de la tarde estábamos listos para cubrir la ruta, después de algunos problemas para hacer rodar la bicicleta por la cantidad de lodo y piedras estábamos bajando siempre teniendo en mente el consejo dado de siempre controlar la bicicleta y que ella no te controle a ti y debido más que nada a que uno se tiende a emocionar de más cuando la velocidad aumenta, aquí el factor peligro lo proporciona los precipicios y la excesiva niebla que nos acompañaba en nuestra ida a la base del volcán.


Para es ahora de la tarde la temperatura había disminuido bastante y estaba experimentando los 0 grados se podría decir que el clima nunca esta a tu favor ya que la graniza seguía cayendo; mientras iba descendiendo iba a tal velocidad que sentía que el frio me pegaba en la cara lo cual debió ser cierto ya que la tenia totalmente roja, pero ese no fue el menor de los problemas ya que mis manos no estaban recibiendo la suficiente protección contra el frio y pronto el frio se transformo en dolor que si me pidieron describirlo seria como tener carbón caliente en las manos! Y eso sin duda era una mala señal. Me tomo algunos minutos hacer entrar en calor mis manos y seguimos con el viaje, ahora la neblina se intensificaba y después de algunos minutos habíamos salido a la carretera, nos reagrupamos para seguir con la siguiente parte del tramo el cual seria pasar por entre los paramos desérticos obviamente saliendo del camino pavimentado ahora estábamos viendo el mejor camino a seguir así también como nuestro próximo punto de encuentro. Con toda certeza les puedo decir que el camino no era de lo más cómodo y había que tener suficiente atención con las piedras en el camino (habían demasiado y muy grandes), pudimos pasar por algunas formaciones rocallosas y en más de una ocasión pudimos toparnos con manadas de vicuñas las cuales no se dejaban tomar fotos decentes, peor el que nos acercáramos lo suficiente antes de que salieran velozmente en grupo. En ocasiones tuvimos que detenernos y seguir el camino a pie con las bicicletas a cuestas ya que ciertas zonas tenían grietas bastante pronunciadas las cuales eran poco probables de saltar sin la suficiente aceleración que los espacios cortos y llenos de rocas no nos proporcionarían en otras partes del tramo el camino era tan estrecho que se necesito de todo nuestro equilibrio y sin dejar de lado las partes en las que por las subidas y bajadas inesperadas te hacían tener que usar las piernas para no perder el balance, además hubo en momento en el que me quede atrás y me tope con dos caminos; tenia mis dudas sobre que camino tomar, pero mis instintos de viajero me ayudaron a dar con el camino correcto (risas nerviosas) en total el camino estuvo de lo más emocionante aunque también tuvo su lado calmado que fue casi al terminar de cruzar el paramo el cual era de bajada y liso, casi sin rocas y con muchas vicuñas observándonos de cerca, con algo de audacia Erick aprovecho a sacar su cámara y tomarles fotos en movimiento.






Acabado aquel tramo llegamos a una grieta tipo precipicio donde con la ayuda de Erick pasamos las bicicletas al otro extremo dando cada uno un salto mediano para llegar al otro lado ahora solo nos faltaban otros 10 minutos para llegar a la carretera, los últimos metros tuvimos que recorrerlos a pie con la bicicleta a un lado por lo accidentado de la zona; ahora que estábamos nuevamente con el guía nos estaba indicando la siguiente ruta, en esta ocasión iríamos a un lado del carretero pasando por algunas de las comunidades cercanas y mientras avanzamos a gran velocidad muchos niños nos saludaban a lo que pasábamos, en el trayecto pasamos también por muchas haciendas y fincas y en eso comprendió la parte placentera del viaje ya que en la mayor parte no tuve que pedalear por la cantidad de bajadas que habían. Estaba ahora pasando por caminos con inmensos valles y precipicios frenando con cautela en los desvíos ya que no quería terminar 100 metros abajo y así pasaron los minutos, el viento golpeaba con fuerza mi rostro y no se me ocurría nada más que cantar a viva voz, ya para ese entonces teníamos unas 3 horas de viaje pronto nos toco subir por una colina lo bastante empinada como para pedir un descanso de 15 minutos, fue justo en ese momento mientras grababa un video desde lo alto de la colina que empecé a sufrir por la altura; al parecer no estaba llegando el suficiente oxigeno a mi cerebro y empezaron a experimentar malestar en la parte baja de la cabeza (nuca) además de dificultad para hablar acompañado por supuesto de mareos… con algo de terquedad pude controlar los dos últimos problemas pero el malestar en la cabeza me acompaño hasta mi regreso al hotel.





En esta parte del viaje estaba ahora en la cabina del carro tratando de recuperar fuerzas mientras consumía algunos dulces y tomaba mucha agua, estaba totalmente deshidratado y mis prendas húmedas de sudor y de la nieve del Chimborazo que había empezado a derretirse pocos minutos después de llegar al paramo; en carro logre ver a lo lejos la conocida “Piedra negra” la cual estaba en lo alto de una colina justo al frente de nosotros, nos detuvimos y sacamos los binoculares para poder apreciar mejor la vista, luego de eso seguimos el angosto camino de aquella colina, por lo que me decía el guía el próximo punto seria un “tambo” en la parte baja del valle que venia a continuación donde tendríamos la oportunidad de ver aves como el colibrí y con algo de suerte encontrar fuentes con agua mineral. Descendimos hasta llegar al fondo de aquel valle donde habían gran cantidad de flora y vegetación, la historia detrás del lugar era que los tambos eran usados para ofrecer protección contra el frio y un lugar de descanso para los mensajeros incas que llevaban noticias a través de todo el territorio y utilizaban estos lugares como sitios de refugio, era un lugar bastante extenso y se pidió sentir bastante paz, las formaciones rocosas que nos rodeaban impedían que el viento llegase al lugar pero aun así hacia bastante frío. Luego de una búsqueda infructuosa de aves llegamos a unos pocos metros a una fuente de agua la cual proveía de agua a 3 comunidades cercanas, nos aventuramos al fondo para poder degustar del agua y comprobar si esta tenia gas lo cual era cierto. Estábamos saliendo de la fuente camino a la camioneta para recoger algo de agua, revisar las rutas en el mapa y sacar los binoculares para echar un vistazo a nuestro alrededor, ahora de regreso Erick nos acompaño en el carro e íbamos de regreso a lo alto de la colina para tomar otra ruta que nos lleve a la carretera; siendo cerca de las 5 de la tarde bajamos nuevamente las bicicletas para lo que serian los últimos kilómetros del recorrido (créanme esos “últimos” kilómetros duraron más de lo que aparentan) el camino consistía en una bajada mortalmente empinada repleta de piedras, baches y curvas con lo que la vi “negra” justo cuando me disponía a seguir recibí una llamada de mi padre que me distrajo por los siguientes minutos.





Habiendo terminado la llamada y dejando del otro lado de la línea a mis padres preocupados ya que no sabían de mis planes en la sierra empecé el descenso con bastante cuidado, en ciertas partes iba rápidamente pero en otras tenia que esquivar rocas del tamaño de mi cabeza y frenar despacio para no tener que lamentar una caída bastante dolorosa. Este trayecto por lo dificultoso del camino y la cantidad de curvas me hacia pensar en que hubiera sido de mi si frenaba con fuerza y terminaba en el fondo de los barrancos y cual seria mi aspecto después de eso… al parecer la suerte estuvo de mi parte y pude superar esa carrera de obstáculos ahora en el último descenso pude ver a lo lejos la ultima población por la que pasaríamos; era un camino recto colmado de algunas fincas con perros guardianes sueltos, estábamos en sobre aviso con eso y debíamos cuidar la velocidad con la cual pasaríamos ya que si íbamos muy rápido nos perseguirían y si íbamos lentamente seriamos presa fácil, Erick se adelanto y yo le seguí el paso a unos 50 metros venia la camioneta con el guía al volante el cual cumpliría su parte en los próximos minutos. Tuve suerte al no toparme de cerca a perro alguno pero si habían bastantes niños que nos seguían el paso corriendo y saludando lo cual me alegraba mucho ya que algo que admiro y estimo en un niño es su facilidad para ser feliz, ellos siempre sonríen, son sencillos e inocentes; habíamos llegados a partes con baches y pudimos ver a otros ciclistas del sector; poco a poco el sol se fue escondiendo y nos vimos inmersos de la mas increíble obscuridad fue entonces cuando el guía prendió las luces del carro para alumbrarnos esa parte del viaje, la cual fue de gran ayuda ya que no se veía nada.


Habiendo llegado nuevamente a la carretera seguimos por ella hasta la iglesia de San Lucas en Riobamba y siendo las 8 y 10 de la noche nos detuvimos a las afueras del edificio para quitarnos el equipo y trepar las bicicletas, estaba muerto, sudado, con ampollas en las manos y dolor en los muslos, pero todo había valido la pena y siendo sincero en partes odie el paseo por lo difícil de las rutas y de los golpes que me termine dando. Esta experiencia me había puesto a prueba tanto física como mentalmente, mi cuerpo había experimentado sus límites pero aun así quería seguir y seguir; una vez que me quite el casco empecé a sentirme mejor del mareo y ya en la camioneta nos pusimos a comentar y escribir sobre nuestras experiencias. Ahora estábamos en una carrera contra el tiempo ya que debíamos pasar por un cajero y comprar el pasaje de tren de Erick, luego de despedirnos y dejarme en el hotel, fue entonces cuando comenzó la lucha contra los síntomas del mal de altura y me sentía un tanto preocupado ya que no tenia fuerzas para buscar algo de comer, solo estaba tendido en la cama casi sin sentir mi cuerpo, pude levantarme para darme un merecido baño de agua caliente de una hora y salir ha arreglar mi maleta para la aventura del día siguiente que seria el viaje en tren hasta Palmira, en las siguientes horas solo descanse y veía Cougar town y Ghost Whisperer en Sony para luego ver un documental sobre los Etíopes ortodoxos esto mientras esperaba a que se cargara las baterías de la cámara y del celular. Siendo la 1 de la madrugada estaba apagando todo y listo para lo que vendría en las próximas horas…


P.D: Quiero aprovechar para agradecer a todos quienes me escribieron y llamaron ese día para saber de mi estado, les agradezco infinitamente su preocupación hacia mi; sin saberlo me dieron nuevas fuerzas para seguir, un abrazo!

MI delirio sobre el Chimborazo!

lunes, 13 de septiembre de 2010

Saliendo de Riobamba estaba viendo la singular forma que tomaban las nubes, es una de las cosas en las que siempre me suelo fijar cuando estoy de viaje; el cielo en todo su esplendor, sea este abierto, despejado o repleto de nubes grises; sea de día o de noche, totalmente vacío o lleno de estrellas. Antes de perderme en el autismo del momento el amigo que manejaba el carro cuyo nombre era Raúl empezó a conversar conmigo sobre el lugar de mi procedencia además de otros detalles base para una conversación como la carrera que seguía y universidad donde estudiaba, Raúl me supo decir que tenia a sus dos hijos estudiando en la misma universidad donde yo me encontraba con lo que tocamos el tema del pensum académico de mi carrera así también como los costos de la misma. Aproveche la oportunidad para preguntarle sobre las poblaciones cercanas a Riobamba así también de su historia; siendo una persona que trabaja con turistas debería estar acostumbrado a eso, me supo preguntar sobre los motivos de mi viaje y luego comentarle los motivos del porque lo hacia en solitario.

Pasado los minutos seguíamos conversando cuando logramos alcanzar al guía que andaba con el otro viajero, luego de presentarme con el encargado del viaje y despedirme de Raúl ayude a subir la bicicleta y el equipo a la camioneta; ya estando adentro pude conocer a Eric, un amigo de Alemania que estaba recorriendo las rutas. Como podrán imaginar no sabia español pero al menos si el ingles así que ese fue nuestro medio de comunicación, mientras el carro avanzaba pude saber un poco más sobre los últimos viajes de Eric así también como de sus travesías por la amazonia ecuatoriana y las islas Galápagos, me había comentado sobre su viaje en tren del día siguiente por lo que automáticamente ya tenia compañero de viaje, y esa es otra de las razones por las que me gusta viajar solo ya que sin querer terminas haciendo equipo con otros que buscan lo mismo que tu además siempre es más conveniente tener cerca a alguien con una experiencia más amplia en lo que a viajes y resistencia respecta. Las rutas se hacían cada vez mas difíciles y lo que antes eran valles con un amplio paisaje pronto se quedaron escondidos por la cantidad de niebla que invadía el aire, antes de emprender el viaje tenia la idea de que tal vez el lugar no estaría cubierto con tanta nieve por las lluvias de los últimos días, y justo cuando Eric decía en su español de acento chistoso “Qué bonito…” el guía nos supo decir que habíamos llegado a nuestro destino; me baje del carro para ver al Chimborazo en todo su esplendor, mire a mi alrededor y tomamos la vía que nos llevaría hasta la primera estación del volcán que estaba a unos pocos metro mas adelante. Una vez ahí subimos un poco hasta llegar a un monumento levantado en honor al alemán Alejandro de Humboldt y ahí mismo estaba una placa conmemorativa a Simón Bolívar con un extracto de su poema “Mi delirio sobre el Chimborazo”:


.- “Un delirio febril embarga mi mente; me siento como encendido por un fuego extraño y superior. Era el Dios de Colombia que me poseía.De repente se me presenta el Tiempo bajo el semblante venerable de un viejo cargado con los despojos de las edades: ceñudo, inclinado, calvo, rizada la tez, una hoz en la mano…

«Yo soy el padre de los siglos, soy el arcano de la fama y del secreto, mi madre fue la Eternidad; los límites de mi imperio los señala el Infinito; no hay sepulcro para mí, porque soy más poderoso que la Muerte; miro lo pasado, miro lo futuro, y por mis manos pasa lo presente. ¿Por qué te envaneces, niño o viejo, hombre o héroe? ¿Crees que es algo tu Universo? ¿Que levantaros sobre un átomo de la creación, es elevaros? ¿Pensáis que los instantes que llamáis siglos pueden servir de medida a mis arcanos? ¿Imagináis que habéis visto la Santa Verdad? ¿Suponéis locamente que vuestras acciones tienen algún precio a mis ojos? Todo es menos que un punto a la presencia del Infinito que es mi hermano».


«Observa —me dijo—, aprende, conserva en tu mente lo que has visto, dibuja a los ojos de tus semejantes el cuadro del Universo físico, del Universo moral; no escondas los secretos que el cielo te ha revelado: di la verdad a los hombres».


El fantasma desapareció.


Absorto, yerto, por decirlo así, quedé exánime largo tiempo, tendido sobre aquel inmenso diamante que me servía de lecho. En fin, la tremenda voz de Colombia me grita; resucito, me incorporo, abro con mis propias manos los pesados párpados: vuelvo a ser hombre, y escribo mi delirio.”




Desde aquel lugar tenia una vista bastante intrigante de todo lo que nos rodeaba, pero quería más… quería seguir subiendo, mi curiosidad me poseyó e impulsado por un anhelo poco humano decidí seguir mi camino en dirección a lo alto; mi mirada se detuvo por un momento, estaban a mi lado unas lapidas de aventureros y seres humanos que habían perdido sus vidas justo en el lugar donde encontraba. No me fije de cuantas lapidas habían pero calculo que eran más de 6, junto a Erick nos quedamos en silencio supongo que aunque exista el impedimento del idioma hay un lenguaje universal que no necesita de palabras; en silencio hice una oración por aquellos que descansaban ahí para luego seguir nuestro camino. Mientras avanzábamos y el primer refugio quedaba a lo lejos note la extraordinaria cantidad de piedras que habían en el lugar, en mas de una quisimos escribir nuestros nombres, pero pronto la nieve empezó a caer más y más.





Estábamos con un buen ritmo y Erick supo darme algunos consejos para el ascenso incluyendo una forma de caminar con las manos cogidas por la espalda y además de inhalar por la nariz y exhalar por la boca y en la mayor parte del recorrido pude mantenerme en un buen estado, al parecer mi cuerpo no estaba experimentando cambios drásticos por el radical cambio que había experimentado pero a los 20 minutos la fatiga en las piernas y los problemas al respirar se habían presentado tuve que hacer una pausa para tomar aire y ajustarme las gafas y mientras Erick veía los alrededores yo recién me estaba percatando de algo… tenia nieve en mis manos, mi ropa estaba cubierta de ella y había montón de ella por todos lados! Sin darme cuenta estaba cumpliendo uno de mis más grandes sueños de viaje: estar en un Volcán y tocar la nieve por primera vez! Siempre la había visto en fotos y aunque he viajado a ciertos lugares por lo regular han sido a lugares más cálidos, pero ahí estaba con nieve en mis manos y ascendiendo al volcán más alto del Ecuador; mis ojos no podrían creer aun todo el espectáculo visual que tenían ante ellos, tuve que quitarme las gafas, quería admirar mejor al paraíso blanco que me rodeaba. Con la nariz tapada y con las manos heladas seguimos por un camino de piedras, fijándonos por donde pisábamos y agradeciendo la súper suela que tenían mis zapatos ya que gracias a la fricción que generaban al pisar me facilitaban el viaje, pero aun así la altura me estaba ganando la partida.




Mis descansos forzados se estaban haciendo cada vez mas seguidos y la temperatura seguía bajando, llego un momento que por la cantidad de neblina no podía ver más allá de 2 metros y por un momento pensé en dejarlo todo y regresar… solo cuando me percate del pensamiento que se me acababa de pasar por la cabeza logre levantarme y sentir lastima por mi, por mi cobardía y vagancia; no podría dejar de subir, simplemente no podía rendirme, debía seguir y sacar fuerzas de donde sea… quizás fue mi voluntad o tal vez mi fe pero continúe poco a poco, a un ritmo lento pero lo estaba haciendo. Desde que había salido de Guayaquil cargaba en mi maleta un icono de la siempre virgen María, la Theotokos de Vladimir; quien siempre me acompaña en mis viajes y que con su dulce mirada me consuela y da fuerzas. Con el paso de los minutos la vista se fue despejando un poco lo que me permitió ver a lo lejos una estructura, al parecer lo íbamos a lograr y con la ayuda de un amigo alemán supe que estábamos a un 80% del recorrido! Ahora el ascenso era más empinado y en el último tramo pude sostenerme de una cuerda que estaba sujetada a un muro del refugio y gracias a eso y con lo que pensé que seria mi último aliento de vida había llegado a mi destino… estaba en el refugio “Edward Whymper” y estaba a 5.000 mts. de altura! No me lo podía creer y peor aun sabiendo que no había tenido experiencias previas en este tipo de cosas, me sentía demasiado feliz y mientras Erick paso al refugio por dos tazas de té de coca (esto genero una cierta cantidad de bromas en el camino) yo fui a recorrer los alrededores, aproveche a grabar un video y también tomar algunas fotos, también encontré una gran roca donde grabar mi nombre y la fecha y al alzar mi mirada me quede impactado por lo majestuoso del panorama… sin duda todo había valido la pena.

(En la entrada al refugio y con cara de muerto)

Escuche a Erick a lo lejos y estaba con una taza de té lista para mi, al parecer llevaba algunos minutos buscándome y no lo culpo ya que a veces me dan esos momentos de perdida de conciencia cuando me quedo admirando un paisaje, procedimos a entrar al refugio para entrar en calor; el lugar era bastante cómodo y abrigador, con una chimenea, cocina y sala de estar… en ella estaba otras personas que habían llegado antes que nosotros, todos ellos extranjeros y en su mayoría alemanes. Haciéndome la idea de que era el único ecuatoriano en el lugar me senté a comer algo con mi compañero de aventuras mientras conversábamos más sobre el lugar de donde provenía. Salimos un rato donde estaban unos recién llegados con los que nos pusimos a charlar un rato; aproveche la oportunidad para sacar de mi maleta mi libreta de apuntes y empecé a escribir sobre mis experiencias en la subida, encontré una barra de chocolate la cual partí en trozos que repartí entre los presentes, entramos un rato más y pasados unos 10 minutos estábamos listos para descender de nuevo, hubiera querido seguir subiendo pero era hasta donde podía avanzar, nos esperaban otras actividades así que empezamos con el retorno el cual fue mucho más sencillo aunque no menos dificultoso ya que había mucha nieve y una que otra piedra con la que me podría resbalar (y paso) la gravedad casi me juega una mala pasada en 3 ocasiones, pero iba al ritmo de Erick quien me había aconsejado como descender deslizándome con las piernas flexionadas y así a los 20 minutos estábamos de nuevo en el punto de partida y dándome la vuelta para ver por última vez todo lo que dejaba detrás no dejaba de pensar en el hecho de que siendo un lugar con hielo permanente en mi país esta en peligro de deshielo por consecuencia de nuestros actos despreocupados para con el medio ambiente y así con los cambios climáticos y el calentamiento global se pronostica que en 50 años o un poco menos el hielo habrá desaparecido en su totalidad y eso que al menos pude disfrutar de nieve perpetua, pero aun así la situación es preocupante ya que si esto sigue así ,las comunidades cercanas perderían una de las principales fuentes de agua pura que usan para consumo y para el riego de sus cultivos. En fin se necesita de una acción en conjunto y una verdadera conciencia ecologista si queremos que tanto nosotros como nuestros hijos puedan disfrutar de tan bello espectáculo.


(Erick en el descenso)

Luego de llegar hasta el primer refugio nuestro guía nos esperaba con nuestras bicicletas y equipo para la siguiente parte de nuestra aventura y tanto como mi improvisado compañero de aventuras como yo estábamos emocionados y antes de partir y recordando lo recién vivido en aquel gigante helado pensaba en algo que leí en el Blog de una viajera:


"Lo que se puede hacer es tan poco, que hay que hacerlo una vez aunque sea. Subir una vez una montaña. Aunque subir cueste, aunque la cuesta sea pesada, aunque respirar cueste; porque respirar se acaba."

Llegada a Riobamba, primeras horas del recorrido

miércoles, 8 de septiembre de 2010




Siguiendo con el relato de mi ultimo viaje, ya había salido de Guayaquil rumbo a Riobamba siendo aproximadamente las 11 de la noche el viaje estuvo del todo tranquilo aunque debo decir que no pude pegar el ojo en todo lo que duro el viaje ya que siempre he tenido problemas para conciliar el sueño, por lo que me la pase escribiendo y leyendo. Durante el viaje tuvimos que pasar por carreteras en pésimo estado además de unos dos embotellamientos lo que me hizo pensar que tal vez llegaría con un ligero retraso; cosa que no fue así ya que faltando 13 minutos para las 4 de la madrugada estaba ya desembarcando y percatándome de la ligera lluvia que estaba cayendo opte por buscar rápidamente un taxi el cual pude conseguir rápidamente; la carrera no me costo mas de 1.50 y en el camino iba cruzando algunas palabras con el taxista tratando a su vez de sacar la mayor cantidad e información sobre el lugar en el que me encontraba; me pregunto por el lugar donde quería que me llevase y se me ocurrió que un buen lugar para estar seria el sector de la estación de trenes.




Hicimos dos paradas en donde lastimosamente no me abrieron la puerta (imagino que por la hora) y otro en el que no habían habitaciones. Encontré hospedaje en uno llamado “La Estación“ donde el precio por habitación era de 15 dólares con desayuno incluido, mientras subía las escaleras iba pensando en las posibles actividades que haría en las siguientes horas y luego de entrar y revisar la habitación decidí que seria bueno dormir un poco, pero cuando me disponía entrar en el baño se había presentado un problema; la puerta estaba atascada y por ende no podía hacer uso del mismo, baje las escaleras para reportar de este problema con el encargado para luego indicarme que solucionarían mi problema en la mañana, ya más tranquilo pude subir nuevamente y desempacar, el televisor estaba prendido y estaban pasando una película de “Tales from the Crypt”. Siendo las 5 y media me acosté para dormir un rato y para las 8 de la mañana estaba fuera de la cama con la idea de comprar de una vez mi boleto para el paseo en tren, pase por la cafetería donde pude disfrutar de un rico desayuno al parecer estaba solo y una vez terminado mis alimentos cruce la calle hacia la estación de trenes donde pude obtener información relacionada con las rutas y paradas así mismo del precio de los tickets y horas de salida; entre a la boletería y pude comprar el tan ansiado boleto, tenían dos tipos de tickets que eran de ida y venida la única diferencia con respecto al precio era de un dólar además de una vez llegado al destino esperar 3 horas para que otro tren me pasara viendo. El recorrido para mi mala suerte no pasaría por la nariz del diablo, en cambio llegaría hasta Palmira pasando por lugares como Guamote, la Laguna de Colta y también la iglesia de Balbanera la cual era por historia la 1era iglesia católica de Ecuador y posiblemente de américa del sur.


Ya con mi boleto en mano me dispuse a recorrer los alrededores para así familiarizarme con la ciudad, las calles céntricas estaba llenas de locales de ropa, habían anuncios por todas partes lo cual contrastaba con la arquitectura del lugar, luego de caminar algunas cuadras había llegado al parque Sucre donde esta la estatua de Poseidón, en aquella pequeña caminata pude ubicarme sobre los lugares de posible ayuda para mi y siendo casi las 10 de la mañana empecé mi búsqueda por un lugar donde poder alquilar una bicicleta y también hacerme de un mapa de los lugares cercanos a Riobamba; por momento mi plan era el de recorrer en bicicleta hasta la Laguna más cercana y visitar las ruinas del antiguo Riobamba la cual había sido destruida en el terremoto del año 1797, pero viendo que todas esas paradas las podría hacer en el recorrido del tren opte por escoger otra alternativa la cual seria practicar ciclismo de montaña en el Volcán Chimborazo, para ello necesitaba un transporte que me deje en su cercanía, por suerte al momento en que había llegado al hotel busque en la pizarra de volantes por información como esta y tenia una dirección donde preguntar por lo que necesitaba; llegando al local no dejaba de sentirme un poco fuera de lugar ya que era en su planta baja una tienda textil, hable con el gerente del lugar el cual me facilito rutas y costos de los distintos paquetes que tenían; luego de luchar por un precio justo estaba probando el equipo que me darían el cual consistía en lo básico como el casco, rodilleras, coderas, guantes, equipo de comunicación, etc… y mientras me traían el resto de cosas por sugerencia de la muy linda señora que me atendió compre algo de comida, agua y chocolates para combatir la altura. La señora era demasiado agradable y pude intercambiar algunas palabras con ella, no dejo de mostrar cierta preocupación por mi plan de viaje en solitario y aprovecho en darme algunas indicaciones bastantes útiles. Ya con el equipo listo y los ánimos por las nubes me estaba embarcando en el transporte que me dejaría junto con el primer equipo que había salido con 20 minutos de anticipación, tenia aun 35 minutos para llegar y yo simplemente no podía esperar…

Continua en la próxima entrada!

El Prologo de una nueva Aventura

lunes, 6 de septiembre de 2010

En este corto tema pretendo tocar brevemente las horas previas a mi ultimo viaje que aunque estuvieron llenas de lo mismo tuvieron su carga de simbolismos ya sea por el trato, cariño y detalle de unos pocos que si duda me dieron el impulso suficiente para este gran paso; la cantidad de personas que estuvieron a mis espaldas fue realmente sorprendente, hubieron desde los que me desearon suerte hasta aquellos que por mensajes de texto quisieron saber de mi estado, pero por ahora solo tocare un par de esos casos.

En mi determinada búsqueda por una cámara al parecer Murphy tenia la jugada ganada, y es que a falta de una propia por razones ajenas al hecho de no tener una, estaba encarando la posibilidad de salir de viaje sin una; ya casi a punto de perder mis esperanzas y de nomas embarcarme al viaje sin nada con que captarlo físicamente tuve la gran suerte de tener la ayuda de mi Gabe, la misión entonces era de hacerme con la cámara antes de las 10 de la noche y fue cuando recibí la llamada de José Fernando (el novio de ella) quien me podría facilitar la misma y lo que fue un paseo para ver dicho objeto se torno en una interesante salida ya que pude intercambiar mucha información del todo interesante con el mismo, y muy aparte de todo lo que se hablo en esa ocasión esta la manera atenta con la que se presto en ayudarme en todo lo que me hacia falta para el viaje y lo digo ya que no hay mejor cosa que tratar con personas y seres amables, quienes demuestran un gran interés por tu bienestar; esa noche partí rumbo a mi casa pensando en lo maravilla que esa persona es y más aun el hecho de al menos ser la mitad de ser humano que ya es.


Eran cerca de las 10 de la noche y estando ya en el terminal estaba confirmado otra gran encuentro; era el de un gran amigo que como pretexto de mi ida deseaba sentarse y tomar una taza de buen café para entre cosas hablar sobre uno de los temas que más nos apasiona que era por supuesto los viajes! Por la falta de tiempo no alcanzamos a tomarnos ese café, pero lo que si hicimos fue charlar hasta la hora de mi salida; mientras le describía con lujo de detalles mis planes para los días siguientes pude comentarle sobre la siempre presente ansiedad al viajar solo (como de costumbre lo hago) y también para exponerle algunas de las resoluciones a las que había llegado en lo que iba a esa semana: La diferencia entre valentía y temeridad y La diferencia entre prudencia y cobardía. La diferencia entre la inteligencia racional y la inteligencia afectiva; dejarse llevar por la lógica o actuar escuchando al corazón aunque la respuesta escape a lo racional es donde nuestro corazón y fe obran milagros. Luego de despedirnos y seguir mi propio camino solo pude escribir y escribir…


En los siguientes días y mientras estaba aun fuera de la ciudad logre recordar la preocupación de mi mama al hecho de viajar por los últimos accidentes en carreteras y del como me negaba a sucumbir ante el miedo, también puedo decir lo contento que me pusieron un mensaje por Facebook, un mensaje de texto, aquella llamada que recibí a las primeras horas del día siguiente de haber viajado para saber sobre mi estado, la lista de cosas que pude hacer con éxito, inclusive el tenerla a ella presente por la luz de una vela y sobre todo aquel reporte diario de actividades que un hermano estaba siempre gustoso de saber solo me hicieron recaer en esta gran verdad: Uno lucha con y por sus amigos; no importa si están lejos o si estas solo, y es por eso que aunque físicamente lo haga; yo nunca viajo solo. Mientras seguía escribiendo en mi cuaderno y el carro avanzaba a su destino pude recordar las palabras de una amiga muy querida para mi:


“¿Cuál es el motivo interno de tu viaje?”