Recorrido en tren hasta Palmira!

viernes, 24 de septiembre de 2010


En la última parte del relato les había comentado que había pasado por un mal rato debito a la altura y por el cansancio físico por las actividades de ese día, una vez listas las cosas para el recorrido que tendría a primeras horas de la mañana decidí ir a dormir siendo cerca de la 1 y media de la madrugada; para mi mala suerte y como suele sucederme en los viajes antes de cualquier actividad de sumo interés para mi suelo tener problemas para conciliar el sueño y cuando pensaba que habían pasado ya las 4 horas apenas habían transcurrido unos 45 minutos y eso pude notarlo al ver frustrado la hora que era, las siguientes horas se resumieron en intentos vagos para quedar dormido donde apenas lograba permanecer así por pocos minutos, ya para cuando estaba sonando la alarma de mi celular llevaba 30 minutos despierto.


Todo lo narrado anteriormente hubiera sido terrible sino fuera porque aunque no había dormido horas seguidas me encontraba bastante descansado, prendí la luz del cuarto y empecé a alistarme poniendo todo lo que necesitaría en mi pequeño bolso mientras dejaba mi maleta lista para recogerla cuando estuviera de regreso en el hotel; ese seria mi último día en la ciudad antes de embarcarme a mi viaje a Quito y según tenia previsto el viaje en tren que tomaría la ruta hacia Palmira saldría de la estación de trenes cerca de las 6 am, y una vez en Palmira tendría 3 horas para recorrer los alrededores hasta que el tren pasara por mi nuevamente. Bajando las escaleras tuve el alivio de ver que no era el único que haría el paseo y en compañía de personas de edad estaba tomando mi desayuno, el frio aun rondaba las calles y el sol apenas estaba saliendo a lo lejos, por el tiempo no pude terminar mi comida pero logre llevar un pan con mermelada extra para el viaje el cual duraría unas 3 horas aproximadamente. Ya en la estación pase por un puesto de café donde pude comprar botellas de agua y bocadillos para el largo viaje, vi que el “auto ferro” estaba estacionado y aproveche la oportunidad para sacarle un par de fotos para luego pasar a la sala de espera donde estaban los demás pasajeros viendo un video de como fue construido el ferrocarril, estaba sentado en unas de las sillas del lado derecho de la sala y a lo lejos pude divisar a Erick quien estaba con una amiga de su misma nacionalidad de la que ya me había hablado en nuestra aventura del día anterior, me acerque a saludarlo y fui presentado con Janina, esperamos unos minutos para luego salir organizadamente hacia los exteriores, viendo el numero de nuestros boletos a mi y a Janina nos tocaba uno de los primeros puestos, en cambio a Erick le toco uno de los últimos lugares debido más que todo a que había ido a comprar su boleto en horas de la noche una vez que habíamos terminado el recorrido en bicicleta, pensamos en pedirle que se siente cerca a nosotros pero fue justo cuando los demás lugares se habían ocupado y nos toco estar sentados en esa parte del viaje sin la compañía de nuestro amigo.



Aproveche para entablar conversación con Janina que para mi sorpresa hablaba muy bien el español, que digo bien… lo hablaba excelente! En el pasado había hecho amistades de otros lados del mundo que sabían hablar bien el idioma pero ella lo hablaba como una latinoamericana mas, la razón por lo que supo decir es que había convivido 5 años en Uruguay en la época del colegio gracias a un intercambio estudiantil, ella tenia 26 años y estaba cursando la carrera de medicina, había terminado sus primeros años y le tocaba elegir una especialización la cual seria según ella algo relacionado con la neurología, con el paso de los siguientes minutos hablamos un poco más sobre nuestras ciudades de origen y algo intrigada me pregunto sobre el nivel de delincuencia que había en mi ciudad Guayaquil (la cual es alarmante), pero salvo esos detalles es un lindo lugar para conocer y si necesitaba de alguna ayuda o lugar donde quedarse podría ponerse en contacto conmigo para facilitarle la estadía, gesto que fue agradecido con la misma propuesta si en algún momento me animaba en visitar su ciudad. Los primeros tramos del viaje fueron tranquilos y en ocasiones estábamos viendo por la ventana y tomando algunas fotos del panorama, en otros en cambio escuchábamos a la guía que nos proporciono algunos datos interesantes sobre las poblaciones que pasábamos y sin dejar a un lado la flora y fauna del sector; ya que estábamos en los primeros puestos el sonido de la maquina no nos dejaba escuchar con claridad lo que el otro decía por lo que decidimos abandonar nuestros puestos y hacerle compañía a Erick quien estaba por el balcón del trasporte al fondo del auto ferro, ya estando ahí tomamos asiento y charlamos un poco con Erick para luego pedirle ayuda a la guía ya que queríamos ir al balcón. La vista era espectacular, el sol estaba muy fuerte junto al frio de la mañana proporcionaban un clima bastante templado además estábamos apreciando una buena vista del volcán Chimborazo y cada vez que lo veía no podía creerme el haber estado ahí tan cerca de la cima, Erick mientras tanto le contaba a Janina algunas historias graciosas sobre el viaje en las que al parecer era el protagonista era yo.





Estando aun en el balcón aproveche a tomar algunas fotos y por supuesto grabar un video, por un momento tuve los deseos de subir al techo, pero al parecer estaba prohibido por unos accidentes ocurridos en el pasado, como les había comentado la ruta que tomaría el tren no seria hasta Alausí pasando por la nariz del diablo como en pasado sino más bien llegaría hasta un poblado de nombre “Palmira” el porque del cambio se debe más que todo a arreglos y mantenimiento de las vías las cuales estaban en mal estado y sobretodo a lo peligroso de la ruta estaría deshabilitada esa opción hasta un futuro cercano, el nuestro fue un viaje tranquilo íbamos a unos 30 km/h y nuestra primera parada seria el sector de “Colta” para visitar a la iglesia de Balmanera y al lago del mismo nombre, eran las 9 y media de la mañana y habíamos bajado de nuestro transporte para luego cruzar la calle, la iglesia tenia su historia ya que fue la primera iglesia católica en el Ecuador y según algunos la primera en Latinoamérica, el edificio estaba aun en buenas condiciones y con planes de restauración; se podía ver la placa con el año de su construcción y luego de verla por fuera decidimos entrar y ver como iba su restauración. A lado de la iglesia había un mercado artesanal donde tenían muchos productos como shigras y artículos varios hechos de Tagua, dentro del establecimiento había una cómoda sala de estar con unos cuadros bastantes raros. El sol esta pegando directamente al edificio y Salí junto a Janine ya que íbamos ahora hacia la laguna de Colta la cual es nombrada así por los patos que en ella habitan, debo de admitir que mi idea de la laguna era más grande de lo que vi, la razón era debido a que en los últimos años se ha ido secando hasta estar en el estado en el que la encontramos, en la orilla habían algunos botes con remos, aproveche para acercarme hasta un islote lleno de hierba donde estaba Erick con Janina para asi poder admirar mejor la vista; pasados unos 30 minutos estábamos incorporándonos al grupo para subir al auto ferro nuestro próximo destino seria “Guamote” al cual llegamos pasado uso 45 minutos.





En el camino hacia Guamote el entorno había cambiado un poco ya que habían mas precipicios con pequeños ríos en el fondo además de toparnos con bastantes bosques, mas adelante vimos muchos pinos los cuales habían sido donados por el gobierno ruso hace algunas décadas atrás. Ya estando en Guamote desembarcamos en el comedor principal del pueblo, cruzamos para degustar de las empanadas de harina de maíz y un vaso de morocho caliente, nos recostamos en un muro y luego partimos a recorrer el cantón a pie, el lugar estaba lleno de bajadas y las calles eran totalmente adoquinadas, se podía apreciar un ambiente bastante cálido que me hizo pensar en la idea de en algún momento terminar viviendo en un lugar tranquilo como ese; más adelante nos topamos con lagunas panaderías y aprovechamos a comprar el pan que hacen ahí el cual es conocido por los hornos en que los hacen. Luego de eso subimos a la parte céntrica del cantón y fuimos directamente al mercado donde tenían algunos tipos de telas. Pasados unos 30 minutos subimos nuevamente al auto ferro esta vez el próximo destino seria el final del recorrido, casi al finalizar el mismo nos ayudaron con folletos sobre el manejo y funcionamiento de los ferrocarriles; para esto Palmira seria el lugar donde tomaría rutas diferentes que las de Janina y Erick ya que ellos iban hacia Alausí, yo en cambio iba a recorrer los alrededores ya que había escuchado sobre un pequeño desierto a unos kilómetros a la derecha del poblado donde nos dejaría el auto ferro, pero cuando había llegado el momento de la despedida ya que ellos subirían a otro bus que iría directo a Alausí para sorpresa de ellos me trepe al mismo bus, con algo de admiración Janina me pregunto el motivo de mi cambio de planes y solo pude responderle que era algo que debía hacer, no siempre me ha gustado estar atado a un plan; además era mi deseo permanecer más tiempo con ellos y eso fue más que un acto compulsivo ya que si habíamos comenzado el viaje juntos deberíamos terminarlo juntos. Y así fue como nos embarcamos en otro viaje esta vez de dos horas hasta Alausí, dejando atrás la planificación para seguir solo a mi instinto, estando donde mi corazón quería estar…

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