Gracias a Dios, soy Ortodoxo!

El pasado sábado 5 de Junio hubo un acontecimiento apartado para el común vivir del mundo actual, en mi caso solo les diré que fue el día en el que volví a nacer, señoras y señores desde ahora y para siempre soy un Cristiano Ortodoxo bautizado dentro de la única, santa, católica y apostólica, perfecta y primera Iglesia cristiana del mundo.

Siento que han pasado años desde aquel momento en que salí al mundo a buscar la fe correcta y verdadera, el viaje me trajo solo decepciones y falsas ilusiones, pero todo cambio el día en el que por un amigo conocería algo llamado Iglesia Ortodoxa; dentro de mí tenias mis dudas al respecto ya que poco o nada se conoce de ella en américa latina e inclusive hubieron momentos en los que me había burlado de ella siendo yo aun ignorante del tema y de lo que había atrás de su santa historia. Pero si hay algo que he aprendido con el pasar de los últimos años es que uno no entiende el como, pero uno siempre se termina enamorando de la Iglesia Ortodoxa. Me entere de la misión que se llevaba a cabo en Guayaquil, para luego Empezar a asistir a las charlas, todo por simple curiosidad e inclusive me acuerdo de todas aquellas ocasiones en las que me di contra la pared ya que las cosas no resultaron ser como me las habían enseñado y así semana tras semana, fui conociendo a todos quienes conforman la misión en este país, de sus inicios y de su constante lucha para traer la fe de los primeros cristianos al Ecuador; el resultado de esa perseverancia se puede ver con cada ladrillo que se ha ido alzando en este sueño y de los pocos que eran antes para ser el grupo tan unido que formamos ahora, seres humanos en verdad trabajadores, amantes de los estudios, con una mentalidad tan diferente a lo que estaba acostumbrado a ver los cuales ahora son muy cercanos a mi, y así fui abriendo mi mente y corazón a algo que no encontré por merito propio; es Dios quien muestra su Iglesia.

A medida que el tiempo avanzaba venían las preguntas y reclamos por parte de extraños y cercanos, inclusive por parte de mis padres y familia en general quienes aun no comprenden mi fe; espero al menos que la lleguen a respetar. Muchas veces se llega a relacionar a la religión con la ignorancia y la verdad es que no los culpo por pensar así ya que en la actualidad hay mil exponentes de esa ignorancia y mil cosas que llegan a cambiar la visión de las personas hacia la fe, pero con la Iglesia Ortodoxa habían cosas que no concordaban con lo que muchos aseguraban ya que leyendo a los santos, monjes y teólogos de la Iglesia uno no podía entender el como una persona del campo podía hablarte de temas teológicos sin haber cogido un libro en su vida o del como habían otros que exponían temas con tal veracidad que te quedabas anonadado en importantes universidades, habiendo sido objetos de burlas antes de hablar por su apariencia para luego ser aplaudidos por todos los presentes. Con el tiempo pude llegar a conocer la historia de sus santos mártires y del como daban su vida por su fe en Cristo; pero como puede ser eso posible? Que tan fuerte debió ser su fe en Dios que incluso se sacrificaban sin dudar. Son esos y muchos otros los temas que no llegaba y llego aun a comprender, del como personas tan “insignificantes” podían dar tales demostraciones de conocimiento y de amor ya que perdían muchas veces sus vidas en el proceso, desde ese momento uno entiende que esto no es de este mundo.

Con la Iglesia Ortodoxa aprendí el significado de la frase “Desaprender para volver a aprender”, ante ti esta toda una vida de perseverancia y sacrificio que nuestros santos y quienes transmitieron la doctrina correcta nos heredaron y hablo de una fe correcta, justa, verdadera; toda una tradición con 2000 años de vida en esta tierra; nadie que no sea Dios cambia o quita algo, es extremadamente hermoso sentir que estas en el lugar correcto, que tu vida empieza a tener sentido y que aun existen personas que por su forma de ser pensabas que solo estaban en las películas, comics o video juegos. Cuyas causas nobles parecían solo sacadas de la mente de un soñador, pero es algo que se nos muestra todos los días en la Iglesia Ortodoxa y dejando muy aparte todos estos hechos y del no tener una fe ciega, la historia esta de nuestra parte y es la misma la que por ultima instancia le da a esta santa institución la razón ante tantas ilusiones que nos presenta hoy el mundo.

Gracias a quienes me apoyaron y expresaron su cariño ante mi decisión, a quienes la supieron respetar y demostrar su felicidad al ver que defendía del tema con tanta pasión y respeto. Hasta un entonces…