Lunes, primer día de la semana, sensación de desdén universal por el comienzo de una nueva jornada de trabajo, para todos menos para mi y unos pocos tambien que con buena o mala suerte nos toca vivir un horario de trabajo un tanto desquiciado y como única regla tener de 5 a 6 días de trabajo para luego gozar de uno o dos días de descanso, para mi este era mi sexto día así que para la mañana del martes tendría libre y podría dormir religiosamente unas 10 horas. Estaba saliendo de casa a la hora acostumbrada (acostumbrada no siempre quiere decir la más prudente) y estaba esperando en el paradero de buses a la llegada de uno el cual se tardo bastante y solo para llegar llena, esto se repitió otras 4 veces y ya no era yo solo el que esperaba en aquel paradero, todos los buses iban repletos y ninguno nos paraba, estaba barajando la idea de caminar hasta el lugar donde suelo coger el segundo bus hasta mi trabajo cuando de milagro una vino no tan llena y pudo llevar a quien tuvo la suficiente sagacidad de “treparse al vuelo”, estaba ahora a la espera del siguiente bus y fue cuando me di cuenta de que solo tenia 10 minutos para estar en mi puesto de trabajo; me encontraba bastante ofuscado por lo ocurrido y de suerte nadie me vio llegar al trabajo con lo que me había salvado del regaño matutino del día, pero sin pensarlo ya me esperaban otras historias por parte de una amiga que es más bien una confidente con la cual pude discutir sobre ciertos temas de los cuales no hablare por obvias razones, ideas y anécdotas iban y venían y tuve la oportunidad de agradecerle por sus acertados consejos y sobre todo por escucharme cuando el del problema era yo, por primera vez le había dicho todo eso que tenia por adentro y para cuando había terminado estaba tranquilo, por primera vez me había abierto con ella algo que pasa con muy pocos y sus palabras fueron las que necesitaba para levantarme y poder seguir; así que hay estaba devolviendo el favor llegando a la pregunta de ¿qué tanto un ser humano puede corromperse? Mi respuesta inmediata fue: tanto como el quiera, tanto como el lo permita; y mientras trataba de recatar los buenos actos de aquellos que no tienen nombre propio, pensaba en aquellos que carecen de criterio y de otros que confunden la palabra amor con una necesidad de ser o estar.
Ya para el medio día y estando en mi tiempo de descanso me percate de que hacia falta en mi billetera todo mi capital, pase los siguientes minutos pensado sobre el paradero de mi dinero solo para recordar que nunca había reclamado mi vuelto cuando pague el segundo bus camino a mi trabajo todo debió a la preocupación de llegar a tarde al mismo; ahora estaba sin un centavo para poder regresarme a la casa por lo que a la salida se me ocurrió pedirle algo prestado a un amigo el cual se estaba haciendo mucho de rogar y no porque no quisiera prestarme sino más bien para divertirse un poco con la situación, luego de 10 minutos de lucha tenia en mis manos lo necesario para ir a mi casa, camine hasta el paradero más cercano y espero al primer bus que pasara. En los últimos días las cosas no me habían salido del todo bien y por momento se me soltaba una risa al recordar las palabras de muchos sobre lo mala que puede llegar a ser mi suerte, siempre les recalco que mi suerte no es mala, sino más bien caprichosa (aunque no soy de los que cree en la suerte o coincidencias) y con el pasar de los años solo he reafirmado mi teoría.
Ya estando en el bus y habiendo pasado unos 5 minutos aproximadamente se subió un chico, quizás de unos 18 años con una guitarra en mano, le había pedido permiso al conductor del bus para tocar algo; por lo visto lo hacia por dinero aunque se veía que era nuevo en el negocio ya que había cierto nerviosismo en su voz al quebrarse cuando trataba de presentarse ante los presentes, pidió perdón por la intromisión y dicho eso comento sus deseos de tocarnos algo haciendo antes una clara advertencia de su mala voz, a muchos no nos quedo en duda su sinceridad al minuto de haber iniciado. Toco tres temas, los tres del maestro Arjona: “Señora de las 4 décadas”, “La mujer que no soñé” y “mujeres”; les había comentado de su mala voz? Pues bien al parecer la carisma y sentimiento del intérprete borro de nuestras mentes aquel "defecto" vocal ya que todos estaban realmente disfrutando del espectáculo y a otros como yo que estaban dejando su mente volar. Llego el momento de darle su propina y todos los presentes lo hicieron sin dudar y quienes lo hicieron igual le dieron cuando pasaba de puesto en puesto, mientras iba por el pasillo para sorpresa de todos el chico se había encontrado una moneda de un dólar, la cual muy honradamente trato de devolver, las señoras le decían que se la había ganado y otro personaje le dio una palmada y lo motivo a seguir adelante; sin duda alguna en aquel bus me estaban acompañando seres humanos que se habían conmovido ante el sincero despliegue de talento y de trabajo noble y honrado. Recuerdo haberle dado 25 ctvs., era todo lo que tenia para irme a la casa, aquellos centavos que tanto me había costado conseguir estaban ahora en las manos de alguien que sin duda los necesitaba y merecía más que yo, ahora estaba caminando a mi casa agradeciendo aquel encuentro ya que se me permitió vivir una experiencia muy singular y contento ya que si hay algo que disfruto bastante es de una buena caminata, es que con el paso de los años uno se termina acostumbrando a una vida cada vez más cómoda y solemos dejar de lado aquellas actividades realmente enriquecedoras como lo es el caminar y caminar; algo tan sencillo como eso y tan edificante que parece mentira que solo este al alcance de un cuarto de dólar.
Cosas como las muestras del falso amor que nada teme en perder por lo falso que es o del como por una moneda perdida nació aquella odisea por conseguir dinero para regresarme a mi hogar y terminar haciéndolo a pie con una sonrisa confiada en el rostro; necesitaba pensar y meditar sobre todo lo ocurrido en los últimos días y en este en particular y a las conclusiones a las que llegue en esos 20 minutos de caminata fueron igual de edificantes, pero eso mis amigos es otra historia la cual espero algún día compartir con ustedes, hasta una próxima ocasión.
En mi 6to día de trabajo
martes, 13 de julio de 2010
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2 comentarios:
Chuta que buena historia!... te has ganado un "Mis respetos" y un "Me Gusta" XDDDDDDDDDDDDDDD
Gracias Willy, siempre puedo contar con tu apoyo! (El "Mis respetos" aun no existe aquí, el "Me gusta" ya me llego xD)
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