La importancia de los Santos - Extracto del libro "Orar con los Iconos"

martes, 2 de noviembre de 2010


"Para el Cristianismo Ortodoxo, la salvación consiste en redimir la carne, no en redimirse de ella, y los iconos servían tanto de afirmación de la encarnación como del significado de la propia materia. >>El título de María "Theotokos" (madre de Dios) contiene el misterio completo de la encarnación<<, decía San Juan Damasceno, el mejor defensor de los iconos.

María es la primera y la mayor de los santos; y "santo" significa persona que vive en Cristo y para la cual nada tiene mayor prioridad que vivir la voluntad de Dios, la libertad y la obediencia. Son íntegras, razón por la cual las llamamos "santas". Por su parte, los halos situados en torno a la cabeza de los santos constituyen una referencia a la luz de Cristo, que brilla a través de ellos. Cada santo revela de modo único algún aspecto de Cristo. Cada santo, de alguna manera, nos acerca a Cristo.


La mayoría de los santos de la Iglesia primitiva fueron mártires (testigos, en griego), porque dieron testimonio derramando su sangre, y no porque buscaran la muerte, sino porque preferían morir antes de renegar de su fe en Cristo o hacer cualquier concesión al respecto. Los lugares en que eran enterrados se convirtieron pronto en ámbitos de celebración de la liturgia eucarística. La atención reverente a los cuerpos de quienes morían por su fe era la nota distintiva de la Iglesia de los primeros tiempos. "La sangre de los mártires es la simiente de la Iglesia", escribió Tertuliano a principios del siglo III.


"Por tanto, también nosotros, teniendo en torno nuestro tan gran nube de testigos -escribía San Pablo-, sacudamos todo lastre y el pecado que nos asedia, y corramos con constancia la carrera que se nos propone" (Hb 12.1).


La nube de testigos es la comunión de los santos, es decir, de cuantos han dado ejemplo de perseverancia heroica en la carrera hacia el reino de Dios. Quienes carecen de fe ven a los santos como personas muertas y desaparecidas; pero la Iglesia declara que encontramos a Cristo en todos aquellos cuya vida era Cristo. Los santos no son simplemente recordados como personas que dieron buen ejemplo en el pasado, sino que se han convertido en compañeros nuestros en el día a día de la vida. Una de las primeras definiciones de la Iglesia fue la de la "Comunión de los Santos", que están más cerca de nosotros de lo que imaginamos.


- Orar con los Iconos, escrito por Jim Forest.

0 comentarios: