Haciendo una X investigación me tope en el Internet la historia de esta Cristiana, pero no fue su fe la que me llamo la atención sino mas bien su historia que dejaría loco a cualquier viajero actual y estoy hablando de una de las primeras viajeras de la historia en pleno siglo IV y con una misión; recorrer todos los lugares bíblicos, buscando la realidad de los sucesos y lugares leídos en su abadía, estamos hablando de alguien que rompió las reglas para llegar hasta donde nadie se atrevía a llegar. Seguí buscando y esto fue lo que encontré:
Biografía:
Los datos biográficos son pocos, se sabe que nació en Galicia, España y se presumen muchas cosas respecto a sus orígenes como de la posibilidad de que perteneciera a la comarca de “El Bierzo” pero de lo que no hay duda es de su ascendencia noble y su notable cultura con la que describe detalladamente sus viajes así como sus experiencias y rutas tomadas; dándose a conocer como una mujer de profunda religiosidad pero también de ilimitada curiosidad, sus cartas en su mayoría escritas a lejanas señoras y hermanas narrando sus viajes desde lejanas tierras dándonos a conocer el modo de viajar en esa época por las vías que seguían las legiones.
Se sabe que visito lugares como Egipto, Palestina, Siria, Mesopotámia, Asia Menor, Constantinopla, etc en 3 años de viajes recogidos en su libro “Itinerarium ad Loca Sancta” que tuvo cierta difusión por la forma minuciosa y animada en la que escribía; atravesó lo que hoy es Francia, cruzo el mar Adriático, llego a Constantinopla en el 381 y de ahí fue a Jerusalém, visito Jerico, Nazaret y Cafarnaum. En el año 382 visito Alejandría, Tebas, el Mar Rojo y Sinai, luego Antioquia, Edesa, Mesopotamia, el Rio Eufrates y Siria de donde tomo otra ruta para ir a Constantinopla de regreso; se desconocen los datos como lugar y circunstancias de su muerte.
Su Peregrinaje:
Por su sed de conocimiento emprendió su primer viaje a Jerusalem, ella no desperdicio un solo momento y escribió los pormenores de su viaje, las costumbres de cada lugar y datos geográficos que se tenían sobre esa parte del mundo comprobando todo lo conocido hasta ese momento. En varios tramos de su recorrido tuvo que ser acompañada por soldados por lo peligroso de los parajes, los climas extremos.
En su viaje atravesó el sur de Galia (hoy Francia) y el norte de Italia; cruzó en barco el mar Adriático. Es seguro que llegó a Constantinopla en el año 381. De ahí partió a Jerusalén y visitó los alrededores: Jericó, Nazaret, Galilea, Cafarnaúm, describiendo meticulosamente templos y santuarios.
Etheria permaneció un tiempo en la zona, planeando otras expediciones. Su recia personalidad fue admirada por algunas personas y severamente criticada por otras, pues en aquella época ninguna mujer “de buena cuna” salía sola, ya no digamos de su país, ni siquiera de su pueblito. El viaje de Egeria fue un gesto de libertad soberana que retó a todo el mundo conocido.
Se sabe que la joven parte de Jerusalén hacia Egipto en 382, visita Alejandría y recorre Tebas por el río Nilo; regresa a Jerusalén y llega hasta el Mar Rojo, el Sinaí... Su pasión la lleva a establecer los lugares exactos de cada monasterio y santuario que encuentra en su camino.
Después de viajar durante más de tres años, Egeria emprende el regreso a su patria siguiendo otra ruta, para conocer distintos lugares. Va hacia Antioquia, pasa por Edesa y Mesopotamia, atraviesa el río Éufrates y el territorio de Siria. Quiso entrar a Persia pero se le impidió el ingreso, por lo que debió seguir hacia Constantinopla.
En total estamos hablando de una red de
Conclusiones:
Después de haber encontrado todo esto lo primero que se me vino a la mente fue el hecho de que una mujer haya hecho ese tipo de viajes y lo poco normal para las mujeres de la época el hacer cosas así algo sin duda fuera de toda lógica. Como podrán ver estamos hablando de un ejemplo e inspiración para alguien que planea recorrerse el mundo entero y proporciona buenas ideas con las anotaciones que hace para cualquiera que se decida a embarcarse en un viaje de ese tipo por tierras del medio oriente y al haber recibido ayuda en monasterios o casas para recobrar fuerzas y continuar con su peregrinaje me hace confirmar que sea cual sea el lugar donde uno se encuentre siempre se puede tener la fe de encontrar el apoyo de un hermano Cristiano Ortodoxo, esparcidos por todo el mundo; pero todos parte de una misma familia e hijos de un mismo padre así como paso con Etheria ya sea siendo escoltada por guardias o Ofreciéndosele lugares para dormir, demuestrando que en la Iglesia todos somos parte de un mismo cuerpo donde Cristo es la cabeza y que nos ayudamos los unos a los otros. Esto me hace recordar aquel libro que leí sobre los relatos de un peregrino ruso donde el personaje hace recorridos similares, sin duda hay mucho que aprender de ellos y al toparme con esta historia no podía dejar de compartirla, sin mas que decir un abrazo hasta una próxima ocasión.
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