Last minute gift!

martes, 28 de diciembre de 2010

Viernes 24 de Diciembre, día de trabajo, día de sorpresas y día de las compras navideñas de último minuto; antes de salir de mi forzada jornada laboral había recibido una llamada de un hermano mío el cual estaba de visita en Guayaquil para pasar la navidad en la ciudad en vez de su plan al cual podría haberme unido que era pasar en la playa el 26 y 27. Se encontraba en la ciudad el y su hija que a más de ser linda es mi ahijada así que pensé que podría ser la oportunidad perfecta para comprarle un presente para navidad, el plan de Emilio era reunirse y disfrutar de un par de cervezas, le propuse lo que tenia en mente y el inmediatamente accedió.

El punto de encuentro seria San Marino y en un lapso de 30 minutos pude ir a mi casa y llegar casi a tiempo al lugar acordado, después del saludo fraternal quedaba la interrogante de cual seria el mejor lugar para comprar; para ese momento no me había percatado aun de la gravedad del asunto ya que siendo 24 de Diciembre las jugueterías de la cuadra, de la ciudad, país y del, mundo deberían estar abarrotadas de padres en busca del regalo perfecto por tanto comprar justo en ese día equivale a suicidio. Sin acordarnos de ese pequeño detalle discutimos sobre que lugar seria mejor para comprar, hasta donde sabíamos mi ahijada quería una casa de muñecas y por otro lado su tía por parte de padre había propuesto comprarle una muñeca de 1 metro de altura en mi juguetería, como el almacén estaba un poco lejos y eran casi las 5 de la tarde decidimos ir al local de juguetes del Poli centro. Estando por fin ahí recién nos estábamos percatando del error de comprar justo en ese día, como adivinaran habían cientos de personas haciendo cola para pagar en caja, para envolver regalos e inclusive decenas peleando por el último juguete, ya sabíamos lo que íbamos a buscar pero de todas formas nos tomamos un tiempo para buscar en la sección de muñecas por si encontrábamos la susodicha muñeca de un metro de altura; como no la encontramos la otra opción seria ir a otro almacén pero por la hora no entro en discusión y decidimos ir por la casa de muñecas.


En la sección donde estaba aquel juguete encontramos algunas versiones del mismo juguete y aquí comenzó el debate… le gustara más la casa rosada? O quizá la que tiene forma de castillo? O tal vez esa que tamaño natural para muñecas tipo barbies? Una de ellas tenia hasta un timbre el cual de forma eufórica presione por 10 minutos para luego dejar y olvidar el motivo del debate y jugar con los bates de beisbol, empezó el duelo con las personas observándonos y el cruce de “espadas” seguía su ritmo natural hasta que resulte con un golpe en la cara, al parecer no eran juguetes del todo inofensivos y pelear con Emilio teniendo casi 1,90 mts de altura es de por si masoquismo; dejamos los bates de beisbol para volver por la casa pero otra distracción se nos puso de frente, esta vez fueron las pistolas con dardos que dudamos en comprar pero si usamos para seguir con nuestra lucha; como verán para nosotros hacer este tipo de cosas se nos hace tan natural como lo es respirar, sencillamente nos gusta pasarla bien y divertirnos sacando el lado bueno de todas las cosas. Caminando un poco por el pasillo llegamos a encontrar un telescopio y nos acordamos bastante de uno de nuestros mejores amigos, un hermano que ha permanecido en el norte por los últimos 4 años y con sus ideas liberales, curiosidad científica y deseos de vivir cambiaran al mundo; me preguntaba que tipo de telescopio tendría, que capacidad de aumento podría desarrollar y si donde el esta ahora puede ver esas mismas estrellas que nosotros sus hermanos vemos desde acá cuando el cielo no esta nublado.


Por ahora esas preguntas no necesitan de una respuesta inmediata, habíamos decidido que casa comprarle a mi ahijada en base a su color favorito: el rosa y nos pusimos a hacer cola donde aparentemente habían menos personas haciendo fila; la espera fue de aproximadamente de 40 minutos, mientras la fila avanzaba encontramos una ranita cantante que de acuerdo al ritmo que le presionaras la boca podía emitir ciertos ritmos musicales conocidos por los niños, casi sin dudarlo agregue a la ranita al carrito de compras. Ya para cuando llego nuestro turno de ser atendidos había estado haciendo sonidos con la rana por los últimos 20 minutos y justo antes de pagar vi a lo lejos a un amigo de la universidad el cual me pidió de favor pagar por su juguete para así no hacer cola, el regalo era para su sobrina y estaba con su cuñada, luego de eso empezó una nueva fila pero esta vez para envolver a los juguetes; habían dos una en la entrada y otra mas cerca a la salida al garaje, hicimos la primera solo para percatarnos que ahí te daban nada más que el papel para envolver más ellos no te lo envolvían. Fuimos esta vez a la otra fila y para eso tuvimos que pedir el ticket con el guardia, nos toco el #31 y el conteo iba por el 82 eso quería decir que teníamos que esperar hasta que el contador diera la vuelta y para que pasara al 83 tuvimos que esperar durante 15 minutos, así que salimos de ahí directamente a otro local para comprar cinta, pompones, tarjetas “De, Para” y prestar una pluma. Nos instalamos en una banca del centro comercial y empezamos a envolver los juguetes, con mucho cuidado nos dispusimos a doblar cada esquina del papel y cuidar que salga lo más perfecto posible para luego paradójicamente ser destruido sin piedad por mi ahijada llegada las 12 de la noche. Con el pasar de los minutos se nos unieron a la tarea un grupo de personas que nos ayudaron bastante en nuestra tarea, inclusive una nos cortaba la cinta y otra nos enseño a convertir el papel regalo en una tipo funda para la ranita canta autora; luego de agradecer a todas lindas personas inclusive a quien nos presto la pluma y desearles una feliz navidad salimos en busca del primer taxi, había un regalo que dejar.


Habíamos llegado a nuestro destino, pero mi ahijada no estaba en casa ya que se la habían llevado de compras, esperamos una hora que se nos hizo una eternidad y ya siendo cerca de las 8 y más de la noche salimos a su encuentro, cruzamos un par de palabras pero tanto como Emilio como yo debíamos irnos a nuestros respectivos hogares, se nos había olvidado por completo que era noche buena! Habíamos cumplido con nuestra misión, pero aun así sentía un poco de pena al no poder ver la expresión en el rostro de Paulette al ver sus regalos, experiencia que me fue retribuida el día domingo 26 mientras esperaba a una amiga para disfrutar de un café a lo lejos pude visualizar una figura que podría reconocer a millas de distancia; eran mi hermano Emilio y mi ahijada Paulette, el no tan sorprendido del encuentro ya que de sorpresas hemos vivido toda la vida y ella tan sonriente y despierta como ella misma lo es, estaban viendo un evento para niños y tenia la carita pintada; tuve la oportunidad de tenerla entre mis brazos y preguntarle si le había gustado su regalo, caminamos por algunos minutos y luego tuvieron que partir, por mi lado continúe con mi salida, agradeciendo a Dios el regalo maravilloso que me había dado, aquel amigo que siendo niño de corazón me enseña a vivir de formas más humildes y verdaderas, aquella niña cuya sonrisa me recuerda la belleza de la creación y la mano de Dios en ella y de las experiencias que aun me faltaban por vivir ese día; espero que mi historia les haya gustado y que así como mi navidad fue de cierta forma especial lo haya sido así con ustedes. Hasta pronto!

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