Hoy vi la verdad escrita en las arenas de un desierto, cerca de un oasis descrito por tu cuerpo; cuya belleza solo se esconde tras la miel de tus labios cerrando dudas con una sonrisa y la inquieta pregunta si es a mi a quien miras.
Agua de vida son tus palabras que surcan terrenos de tierra seca, y más muerta es mi alma que de un suspiro tuyo existe; recoge mis poemas y léelos a los cuatro vientos. Llevando la paz del aliento sin vida cortando rosas donde antes no había.
Una luz del norte describe la partida y mi alma confundida siento del momento en que la soledad crezca, y mas aun que muerta termine mi letra, una historia escrita por mi mano y descrita por tu recuerdo. Solo soñé con uno de tus besos, más la luna llena se ofrecía a ti, cuya belleza no se opaca con el sol.
Hoy vi la verdad, deseo creer; solo deseo pensar en un mar de silencio y un puñado de tranquilidad que este poeta no conoce desde que mi pluma oso mezclar sueños forjados por vientos y tu figura de mujer; te acercas y mueves tus labios sabor a dulce miel que tientan al desprotegido ser quien compone prosas en un campo de rosas.
Una daga en mi pecho es el dolor que siento en mi alma al haber estado cerca del cielo y ahora desde la superficie del desierto leo uno a uno poemas cuyos versos brotan de anhelos de tener tu cuerpo que se esconde tras la miel de tus labios, abriendo dudas con una mirada y la firme pregunta si es a mi a quien amas.
-Copyright Leo Strife-
Hoy ví la verdad
viernes, 18 de febrero de 2011
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